Lo que vi en el vuelo de Filadelfia a Boston fue algo impresionante, ni habiéndolo planeado podría haber salido mejor.
Ya había caído la noche cuando despegamos, el destino quiso que admirara lo que había bajo mis pies ya que por más alto que subiera el avión no encontraba ni una sola nube en el cielo que me impidiera contemplar algo que no esperaba y no olvidaré jamás.
Quien haya volado de noche conocerá el espectáculo que brinda la civilización al alzarse sobre ella, esa fornida telaraña de luces brillantes cuyos hilos representan las farolas de las calles, y ¿cuál es el lugar del mundo que más puede desafiar a luna para ganarle la batalla a la noche? Sin duda, la costa este de los Estados Unidos y sobre todo, la ciudad de Nueva York.
No pude separarme de la ventanilla en todo el trayecto, seguro que esta inmensa extensión de luz no es sana para el planeta, pero aun así resulta fascinante y sobre todo el centro de Manhattan… una lástima que las fotos no salgan nítidas.
La ultima esta genial, se distinguen hasta los rascacielos!
ResponderEliminarimpresionante fotos, aunq he llegado a dudar si la primera es tuya o no, finalmente e optado que no por la cercania de la foto, las demas increibles, verlas en persona tienen que acojonar, todavia tengo en la cabeza cuando vimos por el pasado agosto la torre eifel desde el avion, direccion a holanda...sigue disfrutando!
ResponderEliminarno, la primera no es mía, la pillé por ahí para rellenar :) pero seguro que podré hacer alguna parecida cuando vaya a Nueva York y me suba a alguna de esas torres...
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